Hora Santa por la paz en Ucrania

La parroquia, para cumplir con la solicitud de la Diócesis y del Papa Francisco, de rezar por la paz en Ucrania, ofreció la Hora Santa de los jueves, para pedir ante el Santísimo expuesto, el fin de la guerra y la presencia de la paz en el mundo. La llamada al acto fue anunciada en la Hoja Parroquial y recordada por los sacerdotes en las misas, lo que influyó en la respuesta de la feligresía. Los próximos jueves, anuncia nuestro párroco, se seguirán rezando por estas intenciones, siguiendo el formato especial de la Hora Santa programado para este fin.

Esta es la oración de Papa Francisco que se ha utilizado en el encuentro, y que invitamos a rezar cada uno en su casa, o en una visita al Santísimo:

Reunidos ante tu presencia Señor y sumidos en el dolor que causa de la guerra en Ucrania te pedimos perdón y que pronto vuelva la paz. Perdónanos la guerra, Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de nosotros pecadores.

Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, ten piedad de nosotros.

Señor Jesús, muerto en brazos de la madre en un búnker de Járkov, ten piedad de nosotros.

Señor Jesús, enviado veinteañero al frente, ten piedad de nosotros.

Señor Jesús, que ves todavía las manos armadas en la sombra de tu cruz, ¡ten piedad de nosotros!

Perdónanos Señor, perdónanos, pues no contentos con los clavos con los que atravesamos tus manos, seguimos bebiendo la sangre de los muertos desgarrados por las armas. Perdónanos si estas manos que habías creado para custodiar y acariciar, se han transformado en instrumentos de muerte. Perdónanos, Señor, si seguimos matando a nuestros hermanos; perdónanos si seguimos como Caín quitando las piedras de nuestro campo para matar a Abel. Perdónanos si seguimos justificando con nuestro cansancio e indiferencia la crueldad, si con nuestro dolor legitimamos la brutalidad de nuestras acciones.

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, en esta hora de tribulación, recurrimos a ti. Tú eres nuestra Madre, nos amas y nos conoces, nada de lo que nos preocupa se te oculta. Madre de misericordia, muchas veces hemos experimentado tu ternura providente, tu presencia que nos devuelve la paz, porque tú siempre nos llevas a Jesús, Príncipe de la paz. Hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes. Hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar la agresividad, suprimir vidas y acumular armas, olvidándonos de que somos custodios de nuestro prójimo y de nuestra casa común. Hemos destrozado con la guerra el jardín de la tierra, hemos herido con el pecado el corazón de nuestro Padre, que nos ve como hermanos. Acoge, oh Madre, nuestra súplica. Tú, estrella del mar, no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra. Tú, arca de la nueva alianza, inspira proyectos y caminos de reconciliación. Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a perdonar. Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear. Reina de la paz, ruega por nosotros.

Amén