El traje de gloria de la Virgen de los Dolores

Este año fue la primera Pascua que vimos a la Dolorosa con su nuevo traje de gloria, hecho para el tiempo pascual, principalmente, pero que también lo luce desde las fiestas del Cristo, hasta el 15 de septiembre, día de la Virgen de los Dolores. Ya lo había lucido precisamente para las fiestas de agosto de 2023, recién hecho, pero faltaban aún pruebas y ajustes, que se hicieron este año.

¿Por qué este nuevo traje? La iniciativa surge de Marina Llabata, persona muy devota de la Virgen, que le había hecho la promesa de un traje nuevo, pensando más bien en la Virgen de Agosto, de cuya actual cofradía es una de las fundadoras. Todas las cofrades, según nos cuenta la propia Marina, recibieron con entusiasmo la idea de un nuevo traje, pero cuando comenzaron a ordenar las vestimentas que la parroquia tenía guardadas para la Virgen, se dieron cuenta de que realmente la Virgen de Agosto no necesitaba un nuevo traje.

Por el mismo tiempo se hizo necesario hacer el relevo de la camarera de la Dolorosa, y, ofrecido a Marina, aceptó encantada... ¡es como si la propia Virgen hubiera pedido dónde quería ser restaurada! efectivamente, el traje pascual de la Virgen de los Dolores era ya muy antiguo y estaba desgastado, era importante en este caso vestirla de nuevo. La Cofradía de la Virgen de Agosto aceptó sin problemas que la promesa, inicialmente hecha a esa advocación, fuera trasladada a la imagen que realmente lo necesitaba.

Quienes no conozcan de estas cuestiones, pueden pensar que es simplemente cortar más o menos una tela, pero nada más alejado de la realidad: no hay patrones, porque ni siquiera puede usarse el vestido anterior como patrón ya que es otro tipo de tela, con una caída muy distinta; el espacio que debe ocupar está muy medido, y el vestido no puede ser ni tan ceñido que no corresponda a la imagen, ni tan volado que no entre en el camarín, y luego está la elección de la tela: se deseaba evocar la realidad valenciana de nuestra devoción a través de una tela fallera, pero al mismo tiempo con discreción, algo que se ha conseguido plenamente.

La modista escogida fue una amiga de infancia de Marina, Avelina Cotolí, indumentarista (de estudio, pero que lo hace por vocación, no por profesión), que encaró el trabajo con ese "plus" que requiere un trabajo así: destreza, oficio, y amor por este encargo concreto.