Hemos llegado al fin del curso pastoral 2018-19, que celebramos siempre en la solemnidad de los apóstoles san Pedro y San Pablo, como coronación y acción de gracias.
Cada año nos trae algo especial, en este, la emotiva despedida de nuestro querido vicario Francisco, que vuelve para su tierra, Brasil, después de dos años intensos de estudio, pero también de encarnar su ministerio entre nosotros. ¡Y muy bien que lo encarnó! se hizo querer de todos, por lo que la despedida fue verdaderamente emotiva.
En las mismas fotos puede verse la cantidad de gente que asistió a la cena de bocadillo posterior en el patio del parroquial (¡el doble que el año pasado!), iniciativa que comenzó hace tres años, organizada por el Consejo de Pastoral, y que va arraigando más y más en la feligresía.
Francisco recibió regalos, abrazos y parabienes en cantidad, pero no por ello la comunidad estaba menos dispuesta a recibir a su sucesor, el P. Ignacio, también de Brasil, que con algo de dificultad tuvo que pronunciar sus primeras palabras improvisadas en español al fin de la misa...
Aunque no ocurrió el mismo día, adjuntamos al final del álbum algunas fotos de la primera misa presidida por D. Ignacio en español, el martes 2 de julio en la capilla.
Ver álbum de la celebración
(muchas gracias a Fran Simón y Felix Garrido por las fotos)
Con el dinero recaudado entre la feligresía se le ha regalado: una estola bordada artesanía valenciana, una benditera en cerámica con evocación de la Mare de Deu, y un sobre con dinero para ayudarlo en su viaje a Tierra Santa que realizará antes de regresar a su país. La Cofradía del Cristo le obsequió con otra estola (de otro color) a juego con la anterior, y los catequistas le obsequiaron con una placa firmada por todos.