Un nuevo año hemos celebrado el Día de los Fieles Difuntos, de manera doble: el día 1, Todos los Santos, con el responso comunitario en el cementerio de Paterna, y el día 2, el día propio de los difuntos, con la misa, en la que ya hemos repetido por tercera vez un rito que de a poco se va volviendo tradición en nuestra parroquia: la consagración de las velas con los nombres de cada difunto y familia que los feligreses quieran ofrecer.
esos cirios, que se encienden al pie del altar durante la misa y acompañan toda la celebración, son luego utilizados semana a semana en la vida litúrgica del templo: como cirio del sagrario, y también en los encuentro de adoración eucarística, tanto en la Hora Santa de los jueves como en los encuentros preparados por Adoración Nocturna.
Así que no queda solo en un día, sino que la oración por y con nuestros difuntos continúa a lo largo de todo el año, cuando la renovemos con una nueva remesa de cirios.
En los dos álbumes de fotos tenemos reflejados los dos momentos: