La parroquia, a través de la cofradía de la Inmaculada, organizó la solemnidad de nuestra Madre con la celebración de un triduo y, unido al tiempo litúrgico del Adviento, el rezo de Vísperas antes de cada Eucaristía.
El miércoles, día 7, finalizada la misa, la Adoración Nocturna, junto a gran número de feligreses, celebró la vigilia extraordinaria propia de la Inmaculada, con la exposición de Su Divina Majestad, seguida de una breve meditación. Tras la reserva del Santísimo finalizó el acto con el canto de la Salve.
La misa solemne se celebró el jueves 8 a las 12, con cantores y todo el fausto que corresponde a tan venerable misterio de nuestra salvación.