Gracias Señor por el año nuevo que me has concedido, por ese tiempo en el que esperas forme parte de los santos "de la puerta de al lado", tiempo en el que confías en que el sagrario sea nuestro lugar de encuentro, y que te alegres porque perdono a quien me ofende. En palabras del Papa Benedicto XVI: "A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo para volver a encontrar el sentido de la esperanza"
Señor: por muchos años de vida que me concedas no serían suficientes para darte gracias por lo mucho que me otorgas, por permitir que yo te ame, por elegirme para adorarte y compartir contigo amores, audiencias y soledades. Por distinguirme para alcanzar tus promesas. ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
Aunque desconozca el desenlace de este nuevo tiempo, sea cual fuere, deseo cumplir con los proyectos que cada día me asignas. Que esté pronto a tu llamada y no lo deje para mañana, porque mi mañana puede que no despunte y aunque tu misericordia es infinita, los enemigos no descansan. "Tengo miedo del Señor que pasa, Miedo a que pase y a que yo lo deje pasar" (S. Agustín)
Señor: aunque el tiempo es mi mayor patrimonio, noto que está sujeto a días luminosos o noches oscuras, de no poder borrar lo que hice ayer y que se queden en deseos y promesas lo que proyecte para mañana. Me consuela saber que Tú no estás sujeto al tiempo, que no esperas a mañana para amarme, que no te ausentas del sagrario y siempre estás dispuesto a recibirme y perdonarme. Aunque cada amanecer te dé los buenos días y te despida al atardecer, sé que en esas y en todas mis horas Tú siempre estás presente y para siempre. "Vives y reinas por los siglos de los siglos".
Este nuevo año que comienza, es tiempo que Tú, Señor, te ilusionas por si dejo ya de hablarte de perdones y lo haga de amores, que entregue lo que me das y que abrace al que me ofende. Que confíe más en tu Providencia y no tanto en mis seguridades, que pueda serte útil para llevar tu beso, tu abrazo y tu perdón a los demás. Que te sirva, Señor, y que Tú elijas la forma. "No he de morir, viviré para anunciar las grandes obras del Señor".
Señor: dame salud si con ella puedo cumplir tu voluntad. Constancia para que no rece de memoria, que te sorprenda cada día con una nueva oración, con ese silencio fresco que antes no lo conocías. Fortaleza para llevar la cruz con alegría y el amor necesario para llenar de ti a los que pones en mi camino. Dame la gracia de ver como Tú ves. "Oh, Señor, hazme un instrumento de tu paz, donde hay odio, que lleve yo el amor, donde haya ofensa, lleve yo el perdón".
Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar
Señor: que llene este nuevo año con tus planes, que acate tus propuestas y silencie mis deseos. Que como el poeta te pueda decir "Un año más, no mires con desvelo la carrera veloz del tiempo alado, que un año más en la virtud pasado es un paso más que me aproxima al cielo". Que responda a lo que Tú esperas de mí y que a imitación de María, Madre de Dios, te sea fiel a pesar de los peligros y tentaciones del enemigo.
Sea por siempre bendito y alabado