La parroquia peregrina a Benigánim en la festividad de la beata Inés

La respuesta de la feligresía a la propuesta de la parroquia para peregrinar a Benigánim en la festividad de la Beata Inés, fue masiva. Nos contaba D. Juan que sintió pena al no poder atender las solicitudes que sobrepasaron las 56 plazas disponibles del autobús. Amaneció el día con un cielo claro que invitaban a la sonrisa y al abrazo. La presencia mañanera de tan nutrido grupo a la puerta del Ayuntamiento, provocó a que los transeúntes preguntaran el motivo de la reunión, y nos sorprendió que alguien respondiera: “vamos a Benigánim a la Beata Inés de D. Juan”.

Nuestro párroco, tras presentarnos a Sonia, como una experta y atenta conductora e indicarnos el programa del día, nos habló con tanta emoción de las virtudes de la Beata Josefa Teresa Albiñana Gomar, que convirtió en reflexión y meditación los episodios que contaba. Nos dijo que fue una mujer analfabeta, de cortos alcances, que pasó por penurias y desgracias pero con un alma tan angelical, que el Señor, en una aparición, la pidió ser su esposa. “Lo necio del mundo lo escogió Dios”.

Una mujer que más tarde profesó como religiosa agustina, adquiriendo una vida espiritual intensa, llena de revelaciones místicas, como el abrazo que recibe de Jesús, quien libera sus manos de los clavos del crucifijo frente al que oraba. Fue beatificada el 26 de febrero de 1888 por el papa León XIII.

Se rompió el silencio del autobús con el bullicio de los vecinos de Benigánim que ultimaban los adornos de las calles. Almuerzo, visita a la casa natalicia, al altar de donde reposa su cuerpo, compra de pulseras benditas y de “rosquillas de la Beata” A las 12 tomamos asiento en la soleada plaza de la iglesia ( D. Juan, como oficiante, fue testigo directo de la calima) para participar de la misa solemne de campaña, presidida por el Rvdo. D. Camilo Bardisa titular de la Vicaría Xàtiva-Alcoi-Ontinyent y Abad de la Colegiata.

En la homilía, además de invitarnos a imitar las virtudes de la beata Inés, comentó las lecturas propias de su festividad , resaltando las palabras de la 2ª lectura de san Pablo : “tengan en cuenta quiénes son los que han sido llamados: no hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles. Al contrario, Dios eligió lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios, y lo que no vale nada, para aniquilar a lo que vale. Así, nadie podrá gloriarse delante de Dios.”

Finalizada la Eucaristía fuimos en autobús a almorzar al Palomar. Un bonito municipio de la Vall d'Albaida donde nos sirvieron un menú casero y familiar. Tres abundantes entrantes, un arroz caldoso de marisco, rematados con un postre de turrón, servido todo por gente amable y a buen precio. Es de resaltar que ante el acierto del lugar y del menú, a mitad del almuerzo, pidió silencio nuestra querida y admirada María Ángeles Salvador, (con permiso) “la Cota” que ocultando los protocolos de su cargo municipal, pidió, de forma muy familiar, un brindis para agradecer a Juan, la dedicación y entrega que como cura y amigo hace por la feligresía. (No reproducimos las palabras originales de alabanza para no sonrojar a los lectores)

La sobremesa se alargó el tiempo suficiente para poder estar presente a las cinco de la tarde en la procesión. Fue un acto de fe multitudinario donde se dan cita fieles de los pueblos cercanos y que transcurre por las calles profusamente engalanadas por los vecinos durante meses. A lo largo del trayecto pudimos observar la representación de cuadros llamados “Els miracles” que reproducen escenas de la vida de la “beateta” como cariñosamente la llaman. Encarnan personajes que permanecen en posición estática, adecuados a cada escena y ataviados con vestimenta del siglo XVII.

Finalizado el largo recorrido procesional, en el que manifestamos la alegría de ser seguidores de Jesús de Nazaret a través de los pasos de la Beata Inés, mostramos también una gran alegría al ver que Sonia que nos abría las puertas del autobús para calmar cansancios y agradecer al cielo el tiempo primaveral que nos había regalado.

D. Juan, al divisar la Torre, entonó el himno a Paterna y nos deseó que el año que viene podamos repetir la peregrinación que la Parroquia de San Pedro Apóstol hace a la “Beata Inés de D. Juan”.