Como muchos en Paterna, José no era de aquí, sino de Málaga, de Coín. Conoció en Melilla a Conchita, su esposa, y tuvo con ella cinco hijos. Pero, tras vivir en varias ciudades, se trasladó a Paterna y la familia echó raíces aquí, raíces no sólo para este mundo, sino también para Dios, porque en Paterna Conchita y José se integraron plenamente en la vida parroquial: ella como clavariesa de la Virgen de Agosto, y él, de la Hermandad del Ecce Homo; y así se lo podía ver cada año, con su vestimenta de penitente impulsando el hermoso paso el martes santo.
Pero no sólo eso, también su fe lo llevó a la tarea de catequista, una de las más delicadas de la vida parroquial: llevar la fe, implantar esa semilla, en los niños. Y no sólo lo hacía admirablemente, sino que siguió en ello hasta que la inclemencia de la edad le impidió seguir. Un gran catequista, modelo de los que tomaron el relevo.
Descansó en el Señor el 12 de abril de 2024. Muchas gracias, José, de toda la parroquia.