Alegre la mañana
Antífonas Taizé
Anunciaremos Tu reino, Señor
Aunque yo dominara las lenguas arcanas
Cuerpo y sangre de Jesús
El mensajero de la paz
Feliz de ti, María
Iglesia Peregrina
Madre de todos los hombres
Mi alma glorifica al Señor (Magnificat)
No podemos caminar
Por los niños que empiezan la vida
Por Ti, mi Dios, cantando voy
¡Qué alegría cuando me dijeron
Reunidos en el nombre del Señor
Señor, te ofrecemos el vino y el pan
Sois la semilla que ha de crecer
Te presentamos el vino y el pan
Te seguiré, te seguiré, oh Señor
Tú has venido a la orilla
Un niño se te acercó
Una espiga dorada por el sol
Ven, sube a la montaña
Vienen con alegría, Señor
Alegre la mañana
que nos habla de ti,
alegre la mañana (2)
En nombre de Dios Padre,
del Hijo y del Espiritu,
salimos de la noche
y entrenamos la aurora,
saludamos el gozo
de la luz que nos llega,
resucitada y resucitadora.
Nada te turbe,
nada te espante,
quien a Dios tiene,
nada le falta.
Nada te turbe,
nada te espante,
solo Dios basta.
Jo tinc set de tu,
tinc set del teu amor.
Jo tinc set de tu,
oh font de llibertat.
El Senyor és la meua força,
el Senyor el meu cant.
Ell m´ha estat la salvació.
En Ell confie i no tinc por (2).
El Señor es mi fortaleza,
el Señor es mi canción,
Él nos da la salvación,
En Él confío, no temeré (2).
Anunciaremos Tu reino, Señor,
Tu reino, Señor, Tu reino (2)
Reino de paz y justicia,
reino de vida y verdad,
Tu reino, Señor, Tu reino.
Aunque yo dominara las lenguas arcanas
y el lenguaje del cielo supiera expresar,
solamente sería una hueca campana
si me falta el amor.
SI ME FALTA EL AMOR
NO ME SIRVE DE NADA
SI ME FALTA EL AMOR
NADA SOY (BIS TODO)
2. Aunque todos mis bienes dejase a los pobres
y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar,
todo aquello sería una inútil hazaña
si me falta el amor.
[ESTRIBILLO]
3. Aunque yo desvelase los grandes misterios
y mi fe las montañas pudiera mover,
no tendría valor, no me sirve de nada
si me falta el amor.
[ESTRIBILLO]
Cuerpo y sangre de Jesús, Pan de Vida,
cáliz del Señor en la Eucaristía.
Redimidos por Su amor,
bautizados en Su muerte,
renovemos las promesas
antes de comer
Su Cuerpo y Su Sangre.
El Espíritu de Dios
confirmó nuestro Bautismo,
y hoy imprime en nuestras almas
el sello de unión
de la Eucaristía.
Como granos de la vid,
como granos de la espiga,
un cuerpo todos formamos
en la gran unión
del amor cristiano.
Por la carne de Jesús
Dios nos hace de su raza,
y en el pueblo de elegidos
somos parte fiel
de su sacerdocio.
Esta mesa fraternal
que nos nutre en el destierro
es figura del banquete
que nos reunirá
con Cristo en el Cielo.
El mensajero de la paz
Es hermoso ver
Bajar de la montaña
Los pies del mensajero de la paz
El señor envió a sus discípulos,
Los mando de dos en dos.
Los mandó a las ciudades
Y a lugares donde iba a ir El.
La cosecha es abundante,
Les dijo el señor al partir.
Al entrar en una casa,
Saludad anunciando la paz.
Cuando alguien os reciba,
Que se apoye en él vuestra paz.
Cuando entréis y no os reciban,
La paz a vosotros volverá.
Pedid al dueño del campo,
Que mande mas obreros a la mies.
El reino de Dios está cerca,
A todos anunciaréis.
Cuando alguien os reciba,
Me habrán recibido a Mí.
Quien reciba mi palabra,
Recibe al que me envió.
Feliz de ti, María,
Madre santa y virginal,
Dios mismo se ha prendado
de tu fidelidad.
Queremos hoy honrarte
como el mismo Dios te honró,
y queremos amarte,
como Jesús te amó.
Iglesia Peregrina
Todos unidos,
formando un solo cuerpo,
un pueblo que en la Pascua nació.
Miembros de Cristo,
en sangre redimidos,
Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra,
semilla de otro reino,
somos testimonio de amor.
Paz para las guerras
y luz entre las sombras,
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros,
la fuerza del Espíritu,
que el Hijo, desde el Padre, envió.
Él nos empuja,
nos guía y alimenta.
Iglesia peregrina de Dios.
Rugen tormentas,
y a veces nuestra barca,
parece que ha perdido el timón.
Miras con miedo,
no tienes confianza,
Iglesia peregrina de Dios.
Una esperanza
nos llena de alegría:
presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando,
Él viene con nosotros,
Iglesia peregrina de Dios.
Madre de todos los hombres,
enséñanos a decir "amén" (2)
Cuando la noche se acerca
y se oscurece la fe.
Cuando aparece la luz
y nos sentimos felices.
Mi alma glorifica al Señor,
mi Dios
Gózase mi espíritu en mi Salvador
Él es mi alegría, es mi plenitud,
Él es todo para mí.
Ha mirado
la bajeza de su sierva
muy dichosos
le dirán todos sus pueblos
porque en mí
ha hecho grandes maravillas
el que todo puede
cuyo nombre es santo.
Su clemencia
se derrama por los siglos
sobre aquellos
que le temen y le aman
desplegó
el gran poder de su derecha
dispersó a los que
piensan que son algo.
Derribó
a los potentados de sus tronos
y ensalzó
a los humildes y a los pobres
los hambrientos
se saciaron de sus bienes
y alejó de sí
vacíos a los ricos.
Acogió a Israel
su humilde siervo
acordándose
de su misericordia
como había prometido
a nuestros padres
a Abraham y descendencia
para siempre.
No podemos caminar,
con hambre bajo el sol.
Danos siempre el mismo pan,
Tu Cuerpo y Sangre, Señor.
Comamos todos de este pan,
el pan de la unidad.
En un cuerpo nos unió el Señor,
por medio del Amor.
Señor, yo tengo sed de Ti,
sediento estoy de Dios.
Pero pronto llegaré a ver,
el rostro del Señor.
Por los niños que empiezan la vida,
por los hombres sin techo ni hogar,
por los pueblos que sufren la guerra,
te ofrecemos el vino y el pan.
Pan y vino sobre el altar,
son ofrendas de amor.
Pan y vino serán después
tu cuerpo y sangre Señor.
Por los hombres que viven unidos,
por los hombres que buscan la paz,
por los pueblos que no te conocen
te ofrecemos el vino y el pan.
Por Ti, mi Dios, cantando voy
la alegría de ser tu testigo, Señor.
Es fuego tu Palabra
que mi boca quemó,
mis labios ya son llamas
y ceniza mi voz
Da miedo proclamarla
pero Tú me dices:
"No temas contigo estoy"
¡Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor"!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.
Reunidos en el nombre del Señor,
que nos ha congregado ante Su altar.
Celebremos el misterio de la fe,
bajo el signo del amor y la unidad. (2)
Señor, te ofrecemos el vino y el pan
así recordamos la cena pascual.
Porque tú sólo eres bueno, Señor,
queremos cantar
tus misericordias,
¿quién podrá cantar?.
Sólo tú eres nuestro auxilio, Señor,
tú nos salvarás.
Tus misericordias,
¿quién podrá cantar?
Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.
Id, amigos, por el mundo,
anunciando el amor.
Mensajeros de la vida,
de la paz y el perdón.
Sed, amigos, los testigos
de mi Resurrección.
Id llevando mi presencia,
con vosotros estoy.
Sois fuego y savia que vine a traer,
sois la ola que agita la mar.
La levadura pequeña de ayer,
fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder,
ni los montes se han de ocultar.
En vuestras obras que buscan el bien,
los hombres al Padre verán.
Te presentamos el vino y el pan,
bendito seas por siempre, Señor.
Bendito seas, Señor,
por este pan que nos diste,
fruto de la tierra
y del trabajo de los hombres.
Bendito seas, Señor,
el vino Tú nos lo diste
fruto de la vid
y del trabajo de los hombres.
Te seguiré, te seguiré, oh Señor,
detrás de ti con gozo caminaré...
Te seguiré, por la senda del amor,
y ofreceré al mundo la vida...
Te seguiré, por la senda del dolor,
tu Cruz en nuestra vida nos salvará...
Te seguiré, por la senda de la gloria,
tu luz en nuestra noche nos guiará...
Tú has venido a la orilla
No has buscado ni a sabios ni a ricos
Tan solo quieres que yo te siga
Señor, me has mirado a los ojos
Sonriendo has dicho mi nombre
En la arena he dejado mi barca
Junto a ti buscaré otro mar
Tú sabes bien lo que tengo
Que en mi barca no hay oro ni espadas
Tan solo redes y mi trabajo
Señor, me has mirado...
Tú necesitas mis manos
Mis cansancios que a otros descansen
Amor que quiero seguir amando
Señor, me has mirado...
Tú pescador de otros mares
Ansia enterna de almas que esperan
Amigo bueno que asi me llamas
Señor, me has mirado...
Un niño se te acercó,
aquella tarde,
sus cinco panes te dio
para ayudarte.
Los dos hicisteis que ya
no hubiera hambre. (2)
a tierra, el aire y el Sol
son tus regalos
y mil estrellas de luz
sembró tu mano
el hombre pone su amor
y su trabajo, (2)
También yo quiero poner
sobre tu mesa,
mis cinco panes que son
una promesa,
de darte todo mi amor
y mi pobreza. (2)
Una espiga dorada por el sol,
el racimo que corta el viñador,
se convierten ahora
en pan y vino de Amor,
en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
Compartimos la misma comunión.
Somos trigo del mismo sembrador,
un molino la vida
nos tritura con dolor,
Dios nos hace Eucaristía en el amor.
Como granos que han hecho
el mismo pan,
como notas que tejen un cantar,
como gotas de agua
que se funden en el mar,
los cristianos un cuerpo formarán.
En la mesa de Dios se sentarán,
como hijos su pan comulgarán.
Una misma esperanza
caminando cantarán,
en la vida como hermanos se amarán.
Ven, sube a la montaña,
a recibir la ley del reino:
Jesús quiere grabarla sobre tu corazón.
Felices los humildes, su herencia es el Señor,
felices los que lloran, tendrán consolación.
Felices los pacientes, el cielo poseerán;
los que aman la justicia en Dios se saciarán.
Felices los sinceros, porque verán a Dios;
los misericordiosos, porque obtendrán perdón.
Felices los que luchan por construir la paz;
a ellos pertenece el Reino Celestial.
Vienen con alegría, Señor,
cantando vienen con alegría, Señor,
los que caminan por la vida, Señor,
sembrando tu paz y amor. (2)