Confidencias de un nuevo año

Señor: celebrar un año nuevo y hacerlo como discípulo tuyo, es una gracia recibida del cielo al ver que mi nombre figura en las alturas. Es un deseo de la Providencia que me alarga el tiempo para alcanzar la santidad y para completar la misión que se me ha confiado. En palabras del papa Benedicto XVI: "A la humanidad, que ya no tiene tiempo para Él, Dios le ofrece otro tiempo, un tiempo de salvación y que nos conviene aprovecharlo"

Te doy gracias Señor, no solo por el año nuevo, sino porque siento que importo en el cielo, que soy un pensamiento de mi Dios. No quisiera defraudarte en este año que me regalas. "El tiempo no es una realidad ajena a Dios. El tiempo ha sido "tocado" por Cristo, el Hijo de Dios y de María y se ha convertido en el "tiempo salvífico" (Papa Francisco)

Quiero que a lo largo de este tiempo, mi voluntad la ponga en tus manos, que pueda corresponder a tu amor y te alegres porque te veo en los más necesitados. Que elimine de mi vida lo que no te agrada, que deje de lado el miedo, la queja, y me abrace a tu Providencia. Que no amontone lo que debo dar, que vea en el sufrimiento una caricia tuya y que mis manos y mi hogar los comparta con los necesitados. 

Desconozco Señor, el desenlace de ese nuevo año, pero sea cual fuere, deseo cumplir con los proyectos que cada día me asignas. Con palabras de san Agustín te digo: "Tengo miedo del Señor que pasa, miedo a que pase y a que yo lo deje pasar" Quiero ser santo cumpliendo con las pequeñas cosas, "santo de la puerta de al lado, de la clase media de la santidad. Llegar a ser santo viviendo la vida ordinaria con un corazón extraordinario" Que confíe más en tu Providencia y no tanto en mis seguridades, que pueda serte útil para llevar tu abrazo, tu paz y tu perdón a los demás. Que te sirva Señor y Tú eliges la forma.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar

Señor: con palabras del Papa Benedicto XVI deseo "abrir mi corazón a Dios, dejarme sorprender por Cristo y dadle el derecho a que me hable" Que sea nuevo el año porque he dejado de pedirte tanto y he pasado a agradecerte mucho y porque Tú pasas a ser el centro de mi vida. Con el poeta te digo: "que un año más en la virtud pasado es un paso más que me aproxima al cielo". María Madre de Dios y Madre nuestra, en este año Jubilar, como "peregrinos de esperanza" alcánzanos la gracia "del anhelo de los bienes celestiales y derrama en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor"

Sea por siempre bendito y alabado