El domingo 6 de abril, tras la misa de 12, se realizó un hermoso acto en la parroquia: la bendición del nuevo manto negro de la Virgen de los Dolores, seguido de un muy concurrido besamanos a la imagen de Ntra. Sra.
La verdad que la imagen necesitaba ya un cambio de manto, no sólo porque estamos en el año de la coronación y es justo que la Madre luzca adecuada a su divino Hijo, sino porque el manto anterior estaba ya gastado y deslucido por los años y traslados. De la mano y con el impulso de la Camarera de la Virgen, Marina Llabata, y con el apoyo de la Real Cofradía del Stmo. Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer, se puso manos a la obra estableciéndose que el coste del nuevo manto -además del aporte de la propia Cofradía- fuera por suscripción popular, no tanto porque no se pudiera hacer de otra manera, sino porque, como de hecho sucedió, muchas veces no tenemos oportunidad los feligreses de participar en mejoras que deseamos y nos interesan.
La respuesta fue (y sigue siendo, porque mucha gente se acerca a dejar su colaboración para el manto) muy abundante. El nuevo manto es bellísimo, como todos pudimos apreciar el mismo domingo, y convocó los ánimos de todos, como quedó de manifiesto en la muy concurrida misa de las 12, incluso de mucha gente que ya había participado en la de 10.
Junto al nuevo manto sea gregaron a los pies de la Virgen dos querubines. Realizada por D. Juan la bendición, se procedió al besamanos a la imagen, para expresar el amor del pueblo a su Madre.